Alerta investigadora del Itboca sobre aguas negras sin tratar en el mar

Las descargas de aguas residuales al mar, sin adecuado tratamiento, han causado blanqueamiento en corales y por eso el Instituto Tecnológico de Boca del Río diseña humedales artificiales para tratarlas antes de llegar al mar y evitar la contaminación procedente de las viviendas.

La profesora e investigadora de esa institución, Fabiola Lango Reynoso, informó que se monitorea el Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano para ver, entre otros aspectos, cómo impacta el nuevo puerto de Veracruz y la contaminación procedente de la mancha urbana.

El análisis de muestras de agua marina permite detectar metales pesados y otros productos que caen desde tierra, así como su efecto en los organismos submarinos. De esa manera se puede diseñar acciones para frenarlo y evitar mayores agresiones a las especies subacuáticas.

“Nos enfocamos en el Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano, monitorear metales pesados en sedimento, en agua, en organismos. En algunos lados hemos encontrado, por ejemplo en los corales, que hay presencia de blanqueamiento producto de bacterias que provienen de las descargas de aguas negras.

“No tenemos una planta de tratamiento de aguas negras que funcione con eficiencia. Nosotros estamos avocados a una propuesta para la sociedad, que es el uso de humedales artificiales para tratar esas aguas; las plantas de tratamiento son caras de mantenimiento, la gente cumple con hacer el cuadro y dejarlo ahí, y jamás lo vuelve a utilizar”, señaló Lango Reynoso.

Explicó que los humedales que desarrolla el ITBOCA son artificiales pero amigables con el ambiente, además de armoniosos con el entorno casero porque su presentación es la de un jardín, aunque su función es tratar las aguas y eliminarlas ya sin contaminantes, para no afectar al entorno marino.

“Que se vea un hermoso jardín de flores y no un tratamiento de aguas negras; no va a tener olores. Son  para vendérselo a los fraccionadores; el que tenemos en el Tecnológico tiene una eficiencia para limpiar 70 casas; en lugar de tener un cuadro de concreto que no sirve, tener un jardín bonito que trate las aguas e incluso que pueda ser un negocio para aquél que corte las flores y las venda.

“Una planta de tratamiento sencilla cuesta alrededor de 1.5 millones de pesos; un humedal, 300 mil pesos, una quinta parte, y el mantenimiento es casi cero porque es un proceso de filtración bacterial en el cual hay que vigilar nada más niveles. En el otro hay que estar removiendo, tratando, y por la falta de mantenimiento no operan las plantas”, detalló la investigadora.

Dijo que para esos humedales se utilizan principalmente heliconias, pero se está introduciendo la cuna de Moisés, el papiro y otras plantas vistosas.

Mencionó que el ayuntamiento de Acula quieren implementar u n humedal artificial. Yo creo que el primer humedal fuera del instituto  a ser Acula, y los municipios que quieran unirse. Son de bajo costo, de bajo mantenimiento y agradables al paisaje.

EMIGRAN

Por otra parte la profesora e investigadora destacó que egresados del ITBOCA se van al extranjero, donde reconocen su capacidad y aprovechan sus conocimientos.

Entre otras causas está la falta de oportunidades, que viene desde la infraestructura en educación superior, además del deseo de especializarse.

“En México tenemos jóvenes muy valiosos que al no ver que hay un progreso en esa parte emigran, y con gusto los reciben en cualquier universidad en el extranjero porque tienen la capacidad intelectual pero les falta la parte material.

“Los jóvenes de nosotros emigran hacia Estados Unidos, Francia, Canadá, España, Alemania se lleva mucha de nuestra gente, incluso hasta Israel se está llevando a nuestros médicos. Preferentemente se van del área de mecatrónica, mecánica, algunos en la parte de cambio climático. Pero se van como a especializar más bien en donde está la alta tecnología”, señaló Lango Reynoso.