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Denuncian violencia obstétrica en Hospital General de Álamo

Denuncian violencia obstétrica en Hospital General de Álamo

Denuncian violencia obstétrica en Hospital General de Álamo

En el Hospital General de Álamo existe violencia obstétrica al punto de que mujeres reportan haber recibido hasta 20 tactos vaginales para conocer su dilatación al momento del parto.


“Muchos de estos fueron realizados como práctica grupal por médicos pasantes sin su consentimiento”.


Así lo expuso en la tribuna del Congreso del Estado la diputada local de Morena, Elizabeth Cervantes de la Cruz.


La legisladora aseveró que en el hospital se están violando los derechos humanos de la ciudadanía y poniendo en peligro su integridad.


Mediante un anteproyecto de punto de acuerdo exhortó al mandatario a que, en uso de las atribuciones que le confiere la Ley, ordene a la Secretaría de Salud a cargo de Roberto Ramos Alor, a la realización de una evaluación a los servicios que presta el hospital.


“Lo anterior lo digo con conocimiento de causa pues el pasado 21 de octubre fui testigo de cómo se le negaba la atención médica a una mujer embarazada que requería con urgencia ser ingresada para dar a luz.


“Sin embargo le hicieron esperar varias horas sin la debida atención, haciéndola pasar por un largo periodo de sufrimiento y dolor innecesario que puso en evidente peligro su vida y del producto, requiriéndose la intervención de la suscrita y de otras autoridades para que le dieran la atención necesaria y así como este caso, hay muchos casos más donde no existe una atención oportuna, donde hay insensibilidad por parte del personal de Salud”, señaló en tribuna.


Consideró que se trata de un asunto de violencia obstétrica, la cual está plenamente definida en la Ley de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia.


La legisladora añadió que el trato que las mujeres reciben en los hospitales públicos “es deplorable”, pues les niegan la compañía de un familiar en el parto, reciben explicaciones médicas difíciles de entender o son maltratadas, regañadas o humilladas durante la atención del embarazo y el parto.


Al punto de acuerdo se unieron diputados de diferentes fracciones, quienes aseguraron que esta situación se repite en varios hospitales del país, de ahí que es necesaria la intervención del titular de la Secretaría de Salud y el propio gobernador.