Culpa Yunes a Edel Álvarez por 'persecución'

Antes aliados, ahora el ex gobernador Miguel Ángel Yunes Linares se lanzó en contra del presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado (TSJE), Edel Álvarez Peña, asegurando que está persiguiendo a “inocentes” de su administración con tal de garantizar su reelección en el cargo por otro periodo de tres años.

El exgobernador del PAN minimizó la detención y ordenes de aprehensión en contra de cuatro exfuncionarios de su administración, asegurando que no son perseguidos por hechos de corrupción.

La Fiscalía General del Estado detuvo este viernes a Bernardo “N”, exsubsecretario de Finanzas de la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan) en el gobierno de Yunes Linares.

Sin embargo, dentro del proceso penal 318/2019, también está involucrada la ex titular de la Secretaría y actual tesorera del Ayuntamiento de Xalapa, Clementina Guerrero.

Igualmente se giró orden de aprehensión en contra de Adrián Viccon Basto, ex tesorero de la Sefiplan y Luis Francisco I. Virués, ex subdirector de Operación Financiera de la dependencia.

Mediante un comunicado Yunes calificó lo anterior como una “atrocidad”, señalando que fueron colaboradores de su administración que trabajaron con honestidad y eficiencia.

De acuerdo con Yunes Linares, Bernardo “N” fue detenido esta mañana mientras dejaba a su hijo en la escuela “como si fuera el peor delincuente”.

“Previamente la Contraloría General del Estado les había impuesto una sanción económica de ¡más de 750 millones de pesos!”, detalló en publicación difundida en redes sociales.

En ese sentido reiteró que no los acusan de apoderarse de recursos públicos o de robar al erario o beneficiarse de sus cargos: “Que quede claro, no hay desviación de recursos en favor de ellos, ni de nadie”.

“La ‘acusación’ presentada por el Secretario de Salud consiste en que en el mes de diciembre de 2016, al iniciar mi gobierno, los funcionarios citados depositaron en una cuenta a favor del gobierno del Estado de Veracruz, un cheque de 250 millones de pesos”.

El dinero, dijo Yunes Linares, fue entregado por la extinta Procuraduría General de la República al ser parte de los recursos que recuperó antes de tomar posesión como Gobernador del Estado, y de los cuales informó al Congreso el mismo día en que rindió protesta de Ley el primero de diciembre de 2016.

El señalamiento en contra de los cuatro exfuncionarios es no haber verificado la procedencia del dinero que fue entregado por la PGR y no destinar todo el monto a la Secretaría de Salud, según señaló el exmandatario, quien indicó que se depositaron 281 millones de pesos, aunque el resto se asignó a la Secretaría de Seguridad Pública.

“El acuerdo que dicté para la aplicación de los recursos que recuperamos fue que los mismos se destinarían a los programas presupuestarios y actividades institucionales que se consideren necesarias; preferentemente a los relacionados con la reactivación del Sector Salud”, justificó.

Añadió que nunca indicó que el dinero se fuera destinar por completo al sector Salud, además de que insistió que el dinero fue utilizado en beneficio del Estado.

“La aplicación de esos recursos permitió entre otras cosas construir el Hospital Infantil de Veracruz y muchas otras obras hospitalarias en beneficio de los veracruzanos. También se utilizaron para el equipamiento de la Secretaría de Seguridad Pública”.

Insistió en que recuperó casi 800 millones de pesos en efectivo y 600 más en bienes inmuebles, muebles y obras de arte que estaban en manos “de delincuentes” que asaltaron el erario de Veracruz.

“Es claro que la decisión de proceder en contra de quienes administraron esos recursos forma parte de la estrategia cada día más obvia de devolver a la banda que tuvo en sus manos el Gobierno de Veracruz recursos y bienes que con gran esfuerzo logramos recuperar para bien de los veracruzanos”, acusó el exmandatario.

Finalmente calificó que es una vergüenza que el Poder Judicial del Estado se preste a perseguir a personas inocentes con argumentos que caerán ante juzgados federales.

“No puede esperarse menos cuando el Presidente del Tribunal Superior de Justicia se ha puesto de rodillas frente al Ejecutivo en el afán de lograr su reelección. Está podrido, huele mal”, concluyó.