El último yunista

Estaba tan seguro que sería reelecto don Edel Álvarez Peña, ya que estuvo  a punto de convencer a un alto funcionario del gobierno estatal al que sobornaba e invitaba a restaurantes para que los vieran que eran  amigos a cambio de atacar a su protector y socio, el exgobernador Yunes Linares.

Quería hacer lo que había realizado en el pasado donde la lealtad al amigo se deja en el basurero de las oficinas.

En el fondo nadie le creía, conociendo a los dos personajes quienes podían estar simulando que estaban enojados y él aducía que solo  se apegaba a lo que marcaban las leyes en cuanto a que no hubiera impunidad.

Era el último funcionario de la administración panista que quedaba. Llegó al grado hasta de pactar su salida con el fin de evitar una acción penal en su contra.

No aceptan el recorte de salarios

La Comisión Nacional de Derechos Humanos tan peleada por la nominación de Rosario Piedra y que causara que varios de sus consejeros renunciaran, estaban en desacuerdo y presentaron un amparo  a la reducción de salarios.

No aceptaba su anterior presidente Luis Raúl  González Pérez que tenía que ganar menos que el Jefe de la Nación. Dicha dependencia tenía un presupuesto de dos mil millones de pesos y le recortaron menos del un diez por ciento.

Los moches a los diputados federales desaparecieron

La aprobación del presupuesto federal será el día de mañana y lo más seguro es que un buen número de diputados federales se opongan, es que de acuerdo a la tradición esta pasaba por unanimidad,  ya que en el pasado, los legisladores recibían una partida de 20 millones cada uno para que lo invirtieran en sus distritos en obras de diferente naturaleza y con ese argumento se compraban casas y autos lujosos para su uso particular.

Aparte de eso lograban partidas especiales para los municipios que representaban y el entonces legislador local Humberto Morelli, aseguraba sumas millonarias para el municipio de Boca del Río, que presidía Miguel Ángel Yunes Márquez,  ahora dicho ayuntamiento,  él administra.

Era la época de oro de los legisladores por los famosos moches que obtenían por sus gestiones. Lo interesante es que dicho dinero de los impuestos del pueblo no venían etiquetados o sea que el destino final de estos importantes recursos públicos se desconoce.

Nadie le cree a nadie en los Estados Unidos

Le llegó su hora al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump al ser acusado de soborno,  delito que figura entre las investigaciones para lograr el impeachment que provocaría su destitución,  según la versión suministrada a los medios informativos por Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes.

La conducta del mandatario deja muy corto a los delitos que cometiera el entonces mandatario estadunidense Richard Nixon. Se le pasó la mano a Donald  por abuso de poder y una serie de violaciones.

Quiso dañar a sus rivales políticos presionando al presidente de Ucrania para beneficio de su reelección.

Muchos aliados de Trump ahora lo rechazan causando un desplome de la confianza pública en las instituciones públicas. En una encuesta realizada casi la mitad de los norteamericanos no confían en la información que reciben del gobierno.